Los pitidos (acúfenos) se producen por la irritación de las terminaciones nerviosas del oído interno, debido a una exposición prolongada a un sonido atronador. Éste puede dañar de modo irreparable la percepción de sonidos en ciertas frecuencias.
Para evitar los acúfenos, lo ideal es no exponerse a fuentes de sonidos fuertes.
Lo normal es notar el ruido- pitido en los dos oídos por igual. Su duración suelen ser de desde unas horas a un par de días.
La mayoría de las veces son temporales, pero algunos pueden ser permanentes. Un acúfeno se considera crónico cuando dura más de 6 meses. Pero en ocasiones, incluso después de más tiempo, puede desaparecer.
Es recomendable:
• Usar protección auditiva. (tapones…)
• Bajar el volumen.
• Usar ruido blanco.
• Limitar el consumo de alcohol, cafeína y nicotina.
Si los pitidos de los oídos van acompañados de una pérdida de audición repentina, hay que acudir al médico inmediatamente para descartar causas graves, como un derrame cerebral. No hay una solución rápida y fácil para el tinnitus permanente.
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